Reflexiones de un hombre anticuado.

¿Qué es el amor? Algunos piensan es un sentimiento y una experiencia muy bellos, otros piensan que no es cosa de dos, ya que en sus caminos se habrán cruzado amores no correspondidos. Esos amores que, con tesón, guardas en tu interior, a la espera de que un día florezcan y puedas demostrar cuánto los aprecias en realidad.

¿Y qué me dices de la distancia? Para mí no es sino un muro al cual no hay que tenerle en cuenta. Algunos lo ven kilométrico, imposible de pasar. Pero el amor verdadero es inmenso, capaz de tirar abajo ese muro sin ningún problema. Hoy día se dan más ese tipo de relaciones, y me sorprende la de gente que ha seguido adelante con ellas, dada la situación social actual. ¿Es cosa del amor previamente citado? Yo así lo creo.

¿Y qué pasa con ese sentimiento que demuestra que estas enamorado? Sí, esa sensación fría que recorre tu cuerpo, como el acero frío en piel desnuda, cuando miras a los ojos a la persona a la que amas. Esas cosquillas que sientes en el estómago cuando te devuelve la mirada, como fusionando un trozo de su alma con la tuya.

Sinceramente, creo que el amor va más allá de lo que nuestros sentidos puedan percibir. Es la fusión de dos corazones, componiendo una melodía juntos, inseparables y activos. Es la síntesis de dos almas, que quedan abrazadas hasta que la muerte corta dichos lazos.

Aunque claro, parece ser que ya ese tipo de concepción del amor queda algo anticuada. Pero, dejadme deciros una cosa: yo aún sigo creyendo en eso. Es más, aún sigo experimentándolo. Y espero que sigáis experimentándolo vosotros, ya que es una experiencia que queda grabada en vuestras vidas.